lunes, 27 de abril de 2015

10 reglas de oro para manejar una rabieta



Una conducta habitual en los más pequeños son las rabietas. Las rabietas pueden venir provocadas por distintas situaciones, por lo general son su forma de expresar una frustración o un enfado, es una explosión de rabia provocada por diferentes causas.

Los niños y niñas, sienten un malestar o frustración, justificado o no y ante la dificultad de manejar esa emoción de manera adecuada, la expresan mediante una rabieta.

Esto ocurre porque han aprendido algo, aunque no sean conscientes de ello, han aprendido que ante una rabieta reciben una respuesta del adulto en ocasiones la que ellos desean, aunque no siempre la mejor para la situación. Es importante que aprendamos a manejar estas conductas de los pequeños, que les enseñemos a controlar su frustración y a expresar sus emociones de forma adecuada y productiva.

La regla general ante una rabieta es actuar para que esta conducta no se haga habitual y nuestros niños y niñas aprendan nuevas formas más productivas de enfrentarse a situaciones frustrantes.

Es fundamental que aprendan esto, puesto que generalizaran este aprendizaje emocional y les llevará a ponerlo en práctica en su vida adulta. Los adultos tienen conductas similares, solo que las rabietas de adultos ocurren con otro tipo de manifestación conductual como ansiedad.

¿QUÉ PODEMOS HACER?


10 REGLAS PARA MANEJAR LAS RABIETAS
  • No debemos prestar atención a la rabieta. Si respondemos de forma automática a la rabieta, no dejamos que el pequeño aprenda a tolerar esa frustración. Debemos enseñarle que con las rabietas no consigue su objetivo.
  • Espera a que el pequeño se calme, y entonces actúa.
  • Explícale con calma, sin alterarte, que cuando se tranquilice le prestarás atención y te pondrás con él a solucionar la situación.
  • No pierdas los nervios, un enfado por tu parte, es una forma de prestar atención.
  • Se firme y constante, pero muéstrale cariño y no enfado. Dile algo así como: “si no te calmas no sabemos lo que te pasa, cuando te tranquilices nos lo explicas y hacemos algo”.
  • Desvía la atención del niño o niña hacia otra cosa.
  • Procura que los pequeños descarguen tensiones, llévalo al parque, a montar en bici, usa el sentido del humor.
  • Actúa como ejemplo, cuando te sientas frustrado o enojado, trata de controlarte y no perder los nervios.
  • Dialoga con él, expresa tus emociones y procura que ellos se sientan cómodos para hacerlo de una manera adecuada y sana.
  • No juzgues a los niños o niñas. Se compresivo y critica en todo caso su comportamiento, explicándole cómo te sientes, no critiques al niño o niña.
¿Qué te ha parecido el artículo? ¿Tu hijo o hija tiene rabietas? ¿Cómo lo solucionas tú? Cuéntanoslo en los comentarios.

Equipo de Payasetes 3


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