lunes, 4 de mayo de 2015

5 tipos de rabietas según su causa y cómo darles solución





La semana pasada vimos 10 reglas de oro para manejar una rabieta, si te lo perdistes puedes leerlo aquí. En ella te dabamos consejos para que estos procesos normales en los niños, sean lo menos dolorosas para ambas partes (la tuya y la de tu peque, ya que ambos sufris con este tipo de crisis)

Pero ¿Por qué se da una rabieta? ¿Puedo ocurrir algo que la desencadene? ¿Puede tener una solución concreta para cada caso?

Si.

No debemos sentirnos culpables, si no las detectamos. Al principio y como todo, necesitamos aprender a ver las señales que avisan. E incluso, cuando las sepamos, podemos adelantarnos a los acontecimientos y, si no logramos evitarlas, sí que evitaremos en gran medida que se convierta en algo mayor.

Por lo que aquí 5 tipos de rabietas según su causa y qué podemos hacer al respecto, cuando aparezcan.



ESTÁ CANSAD@

A menudo cuando los pequeños están cansados, se comportan con rabietas. El cansancio les hace sentir enojo y malestar y su forma de expresarlo es con una rabieta. Ejemplos de esto son: el niño que tiene sueño, cuando le despertamos temprano, el pequeño que está cansado de hacer sus deberes, etc. 
En estos casos, intentaremos que el pequeño descanse, pero no debemos prestar atención a la rabieta. 
Si no se puede descansar en ese momento, intentaremos apoyar al pequeño y relajarle. Esperaremos a que se relaje un poco y acudiremos a apoyarle.


ESTÁ LLAMANDO LA ATENCIÓN

Si el pequeño quiere recibir atención, sentirá un sentimiento de frustración y enojo porque no se le hace caso. Probablemente intentará otras conductas antes de la rabieta, y si no tiene resultado dará rienda suelta a su enojo con una rabieta, más aún si esto le ha dado resultado en anteriores ocasiones.
Si respondemos ante una llamada de atención, aunque sea con una regañina, el pequeño obtiene lo que quiere. Para él es mejor que le hagamos caso aunque sea riñéndole que no hacerle caso. Aprenderá que cuando se calme le haremos caso. Ignórale durante el tiempo de la rabieta, cuando se relaje le atendemos.


QUIERE CONSEGUIR ALGO 

Otra situación en la que los niños y niñas suelen sentirse frustrados es cuando no consiguen obtener algo que quieren. El pequeño quiere algo, un juguete, comer de postre un helado, etc. si se le niega, sentirá frustración y responderá con una rabieta. Lo mismo ocurre cuando el pequeño no quiere algo, y no puede evitarlo, comer verduras, acostarse pronto, recoger, irse al baño, su frustración le llevará a una rabieta.

En estos casos, le avisaremos al niño o niña de lo que tiene o no tiene que hacer, con anticipación, explicándole porque tiene que hacerlo. Le daremos así una anticipación a la situación. Llegado el momento si entra en una rabieta, le dejamos unos minutos (2 o 3), sin hacerle caso, después de esto, sin perder nunca los nervios, le volvemos a decir lo que tiene que hacer o lo que no puede ser. Finalmente acompañaremos al pequeño a la situación, le llevaremos a la cama, le daremos la comida, nos le llevaremos de la habitación de jugar, etc.


SIENTE MALESTAR ANTE UNA SITUACIÓN



Cuando algo no les gusta, también suelen responder con rabietas, que le cambien de sitio en clase, tener que ir a hacer una visita en lugar de jugar, un comentario de alguien, una regañina, etc.
En estos casos es muy importante apoyar al pequeño, mostrarle cariño y comprensión, y transmitirle que con la rabieta no se reduce el malestar o no desaparece la situación que le desagrada. Para ello hablaremos con él, con mucha calma y paciencia. Esperaremos a que se calme, para hablar con él. Mientras este con la rabieta estamos cerca de él, no le dejamos solo, y tratamos de relajarle. Cuando esté tranquilo dialogamos con él sobre la situación.


SE SIENTE TENSIONADO

Esto ocurre cuando observamos que el pequeño entra en una rabieta por cualquier motivo. En estos casos el niño o niña se siente frustrado por alguna situación que le hace enojarse y la situación actual solo será el detonante. En estos momentos debemos ser muy comprensivos, indagar sobre la situación, ya que puede ser un problema mayor, darle muestras de cariño y como siempre esperar a que se calme.

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